Día 10 Sacerdote
- Diamond Star
- 6 sept 2020
- 5 Min. de lectura

Dafne despertó cuando los primeros rayos de sol que entraban por la ventana le dieron de lleno en su cara, había olvidado cerrar la cortina pero eso ya no importaba, se había despertado, así que se giró para evitar el sol y tomo su celular, vio las notificaciones y se dio cuenta que tenía un nuevo mensaje de Milo, en el que le decía que llegaría esa tarde.
Entonces Dafne se levantó de un brinco de la cama y encendió la pantalla para poner música, pero antes de que pudiera cambiar a las aplicaciones vio en la TV la escena de una boda y se quedó observando como la novia caminaba hacia el altar donde el sacerdote y el novio ya la esperaban, la ceremonia inicio pero Dafne ya no ponía atención a la televisión pues imaginaba que se trataba de su boda con Milo. Se preguntaba si Milo usaría su armadura dorada o un traje convencional de boda, ella sin duda quería uno de esos bonitos vestidos que las novias usaban.
La escena termino y la estruendosa música de un comercial hizo que la mente de Dafne dejara sus fantasías y volviera a la realidad, se apresuró a acomodar todo lo que pudo y coloco flores frescas en la mesa, además aunque sus habilidades en la cocina eran muy cuestionables logro preparar una cena decente y cuando vio que el reloj ya marcaba más de las 5pm decidió tomar un baño.
Ya en su habitación. Dafne aun tenía la bata de baño puesta mientras elegía la ropa que usaría, de entre toda eligió un vestido blanco de encaje con un moño rojo al frente que descansaba sobre su pecho. Pero antes de ponerse aquel vestido necesitaba su ropa interior, así que abrió el cajón y aunque su mano dudo un momento al hacer la elección se decidió por el conjunto blanco que le había regalado Milo antes de irse.
Se vistió y se miró al espejo notando como el vestido se ajustaba ligeramente a su figura y gracias al color del forro daba la apariencia de no traer nada debajo. En realidad era un vestido que casi no dejaba ver nada pues su escote al frente era muy pequeño y quedaba casi cubierto por el enorme moño. Además de ser de manga larga, aunque si era bastante corto pues apenas alcanzaba a cubrir la mitad de sus muslos, solo le faltaban los zapatos, se probó varios hasta que se decidió por unos botines rojos completamente lisos de tacón corrido para verse un poco más alta de lo que realmente era.
Salió del templo de Escorpio caminando con inseguridad, fue bajando las escaleras lentamente y con cuidado pues le costaba bastante trabajo caminar, pero aunque estaba tentada a quitarse los botines y ponérselos ya que hubiera terminado de bajar cómodamente las escaleras. La idea era muy tentadora pero a la vez si Shaina estaba cerca seria blanco de sus comentarios.
Así que haciendo acopio de toda su voluntad y pidiendo a los dioses no caerse continuo su descenso, hasta que escucho una voz familiar.
-Señorita Dafne a donde va tan bonita, he visto a otras Santias arregladas para salir a fiestas pero ninguna me ha parecido tan bonita- dijo Kiki asombrado ante la belleza de la Santia.
-¿Bonita?, si parece Camus con vestido- la voz de Shaina provenía de atrás de ella, escucho sus pasos acercándose, pero ella no se movió, no quería que viera su torpeza al caminar. –Y seguramente si Camus alguna vez hubiese decidido usar esos zapatos caminaría mejor que tu-
-Shaina, sé que a veces necesitas destilar algo de veneno y por eso no tomare en cuenta a tus comentarios- respondió Dafne cruzándose de brazos.
-Pues entonces continua tu camino Santia, no me quiero perder la manera en que te tambaleas cada que bajas un escalón, además aposte con algunos de mis subordinados que te caías antes de llegar a Leo.
Dafne sintió sus ojos llenarse de lágrimas pero se esforzó por no dejar caer ninguna. Y apretando los dientes bajo el siguiente escalón, ante las risas y burlas de Shaina y sus subordinados. Kiki al ver esto y notar que al bajar el siguiente escalón Dafne se tambaleo más que antes y estaba a punto de caer la teletrasporto hasta Aries donde la Santia termino de perder su escaso equilibrio y cayó sobre Mu quien detuvo la caída de Dafne.
-Discúlpame no sé qué hago aquí, supongo que Kiki me teletrasporto- dijo Dafne muy apenada mientras Mu la sostenía por la cintura.
-No te preocupes Dafi, no pasa nada, lo importante es que tú estés bien- respondió el Santo de Aries abrazando a Dafne al notar que ella estaba al borde de las lágrimas.
-Porque Shaina es tan mala conmigo- dijo Dafne con voz entrecortada.
-La respuesta es Milo, ella estaba enamorada de él, aunque no lo admita, y tú en muy poco tiempo conquistaste el corazón de varios Santos el de Milo incluido-
-A que te refieres con el corazón de varios Santos- pregunto Dafne dejando de llorar y separándose de el
-No importa Dafi- respondió Mu desviando la mirada. -Supongo que bajaste a recibir a Milo- dijo con tristeza.
-Si- respondió Dafne con timidez
-Te vez muy bonita- dijo volviéndose a acercar a ella para dejar un beso en la mejilla de Dafne –Debo ir a terminar unas armaduras, si lo deseas puedes quedarte aquí a esperar a Milo, estoy seguro que Shaina no se atreverá a molestarte aquí- Mu se alejó hacia su taller dejando a Dafne desconcertada y sin saber que hacer hasta que Kiki la tomo de la mano y la llevo a la sala donde ambos jugaron videojuegos por varias horas.
-Borrego, ¿puedo pasar?- era la voz de Milo
-¡Cuantas veces te he dicho que un carnero es muy diferente a un borrego!, pero si pasa, Dafne te ha estado esperando por mucho tiempo, ella esta con Kiki, por cierto dile a Kiki que los teletrasporte, no quiero que Dafi se haga daño en las escaleras-
-Si como digas- respondió con fastidio, mientras se acercaba a donde se encontraban Dafne y Kiki.
-Ya llegue bonita- dijo colocando sus manos sobre los hombros de Dafne.
Dafne no sintió como Milo se había acercado pues estaba muy concentrada en ganarle a Kiki por quinta vez.
-Bichito- grito Dafne quien inmediatamente pauso la partida y abrazo a Milo con todas sus fuerzas, para enseguida besarlo apasionadamente. Mientras Mu los observaba en el reflejo de la armadura que fingía guardar en la pandora box.
Milo y Dafne seguían perdidos el uno en el otro, a grado tal que se habían olvidado por completo de la presencia de Kiki hasta que Mu dejo caer parte de la armadura que guardaba.
-Deberías tener más cuidado Mu- dijo Milo apartándose de Dafne.
-Tal vez no sea el único que debe ser más cuidadoso, mira como traes esa armadura- respondió Mu
-Kiki adelántate con Dafne a Escorpio, yo voy a dejarle mi armadura a Mu para que la repare y limpie, enseguida los alcanzo-
-
Kiki llevo a Dafne a escorpio como se lo habían indicado.
-Kiki no te vayas aun, quieres un poco de helado, sé que Mu no te deja comer seguido helado y hoy fuiste muy amable conmigo- dijo Dafne caminando hacia la cocina y regresando con 2 platos de helado.
-Gracias señorita Dafne, usted siempre es muy amable conmigo, ahora se por qué a mi maestro le gusta tanto- dijo Kiki mientras comía su helado.
-Hay Kiki que cosas dices, a tu maestro no le gustaría que hicieras comentarios tan atrevidos- respondió Dafne sentándose a su lado.
Mientras tanto en Aries…
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